domingo, enero 25, 2009

Diferente.

Siento que me voy a encontrar con otra persona.
¿Esa persona verà diferente?
¿Sentirà diferente?
¿Pensarà diferente?
¿Serà diferente su abrazo?
¿Y su mirada?
¿Y su expresiòn?
¿Y su melancolìa?
¿Y su risa?
¿Habrà cambiado su corazòn?
¿Su manera de andar?
¿Su humor?
¿Se ve como otro?
¿Ya no riè con lo mismo?
¿Puede cerrar sus ojos y verme?....

algùn futuro

Todos dicen saber donde estàn, pero la verdad es que nadie lo sabe. Ni eso, ni su futuro màs pròximo. Por muchos planes que geste, por muchos deseos que tenga de hacer tal o cual cosa, nunca nadie està salvo de sucumbir ante las manos del destino.
Cuando pienso y planeo el dìa de mañana, siempre surge algo que hace que las cosas sean totalmente diferentes: un pequeñisimo detalle de cinco minutos vuelca las predicciones y las hace dar un giro absoluto, desconcertandome asì, sacàndome de mis horas y a veces, incluso, de mis ganas.
Me gustarìa no dar màs pasos en falso, me gustarìa tambièn no preparar màs los minutos siguientes, me gustarìa disfrutar asì como lo estoy haciendo ahora, sin pensar en nada màs que el viento y las sonrisas que me rodean.
Parece que estoy encontrando la respuesta a una de mis inquietudes. ¿Por què se generò el miedo? Por las ganas absolutas de vivir.

No escribìa hace demasiado tiempo, en realidad no me lo explico, ya que la mayoriìa de las veces esto parece ser un desahogo perfecto, un escape infalible.
Parece qye por fin estoy sintiendo mis vacaciones...increible que dos meses despuès asimile un poco la libertad que tuve desde el dìa en que cerrè ese capìtulo ¿Cual fue el grado de desesperaciòn?,
Lo positivo: todo va mejor.

viernes, diciembre 19, 2008

Ansias

Justo cuando necesitaba profundamente algo que escuchar, entré a ese sitio que muchas veces me sirvió para dejar de lamentarme y llorar. Antes de eso no sabía lo que necesitaba, no sabía que lo necesitaba.
Vivo dentro de un constante mareo interior, un vaivén extraño que temo se convierta poco a poco en el motivo eterno de mi desgracia. Tengo dentro de los movimientos del día a día un miedo paranoico a los momentos y a los aconteceres, sobretodo al anochecer repentino de la vida, de mi vida.
Cualquier palpitación del cuerpo ajeno que considere excesiva me enternece en lo sumo, y caigo en un mar amplio de lágrimas, voy y vengo con el rostro deformado, me observo desde las entrañas y nada mas quiero que se acabe, que el sueño me lance por la borda para despertar al día siguiente ausente de las sensaciones de las horas anteriores...sin embargo, vuelven raudas a mantenerme fuera del concepto real y verdadero de vivir.
Suelo pensar también que los años vividos constituyen un error tremendo, y es precisamente en aquellos momentos en los cuales el deseo de escapar lejos y nacer de nuevo viene a mi de manera abrupta, haciendo que me retuerza en cualquier lugar que me halle.
Anhelo olvidar todo esto, y dejar que transcurra todo tal como lo haya decidido en su momento.